¿De qué me sirve quejarme? ¿Para qué busco cada paso mal dado? ¿A quién daño quejandome y lamentandome? Son algunas de las preguntas que me hice después de un mal día, la respuesta a cada una de estas preguntas me asombraron mas de lo que me hubiera podido imaginar, fue entonces cuando empecé a ver todo lo bueno de cada paso mal dado, de cada error.
No es necesario quejarme de cada error o de cada mal día que tengo, no tengo control de todo. Pierdo el tiempo. Me aburrí de perder mi tiempo.
Decidí no complicarme mas. Vivir en paz y simplemente continuar.
No me complico, problemas siempre tendré.
Voy a sacar lo mejor de lo peor, voy a disfrutar a mis hijos, voy a sonreirle a la vida. Voy aprender de mis errores con orgullo.
Y abandono toda fuerza negativa que insista en acercarse a mi y a mi familia. Personas toxicas e intolerantes no quiero mas.
No me complico más, soy feliz.